Pollo al horno

   Hola a todos, después de unos cuantos días sin publicar, retomo la actividad con una receta de pollo al horno, si os digo que por mucho que la repito no me sale como a mi madre ni por asomo, pero bueno...yo sigo intentándolo y mientras guste lo seguiré haciendo ¡algún día acabaré dándole el mismo toque!.

INGREDIENTES (para 4 personas, aunque en este caso ha sido para 3):

• 4 Zancas de pollo (o muslo entero)
• 2 dientes de ajo
• 2 cebollas grandes
• 1 hojita de laurel
• aceite de oliva

PREPARACIÓN

   Adobamos las zancas con el adobo de sal y ajo (que ya os puse como hacemos), en una sartén ponemos el aceite de oliva a calentar y cuando está bien caliente vamos poniendo a marcar las zancas, las tenemos hasta que estén doraditas.

   Las colocamos en una olla y en el mismo aceite ponemos a pochar un poquito la cebolla junto a los ajos, todo troceado en daditos. Cuando la cebolla empieza a dorarse volcamos la sartén encima del pollo y aquí un truquillo (siempre se nos queda algún trocito de cebolla en la sartén, pues echamos un chorrete de vino blanco o de coñac, movemos bien hasta limpiar la sartén y lo volcamos también encima del pollo) y añadimos la hojita de laurel (podéis no ponerla pero le da un saborcillo estupendo). 

  Mientras doramos la cebolla, precalentamos el horno a unos 200 grados, y ahora metemos la olla en el horno bajando la temperatura a unos 180º y lo dejamos hasta que el pollo esté hecho (lo veremos porque está bien dorado y al pincharlo con una aguja la carne despega del hueso con facilidad, suele ser entre 45-60 minutos).

  Ya estaría listo para consumir pero.... ¿conque lo acompañamos? ¿alguien adivina?.... pues si.... ¡con patatas! pero esta vez no fritas sin más....Ahora os digo como:

usamos 4 patatas grandecitas y las cortamos en dados grandes, las freímos unos 3-4 minutos (esta vez he usado la freidora) y las salamos al gusto, las echamos encima del pollo ya cocinado, removemos para que se mezclen  y las dejamos un cuarto de hora a medio fuego para que se guisen. 

Ahora sí, ya está listo para comer.

¡¡¡Buen provecho!!!