miércoles, 7 de octubre de 2015

Adobo con sal y ajo


¡Hola otra vez!

   Cómo ya habréis podido observar en la mayor parte de las recetas que he puesto hasta ahora (y son poquitas, de momento) y que no son de postres, siempre uso para adobar sal y ajo.

   Hasta hace unos años para tal menester troceaba ajos, los echaba en un mortero y ponía sal fina y con la mano del mismo lo iba machacando hasta conseguir una pasta homogénea que posteriormente usaba como adobo. Lo malo de hacerlo así, es que tenía que hacerlo al momento  cada vez que  me ponía a cocinar y entonces decidimos hacerlo de otra manera, bueno,
mejor dicho desde aquel momento lo prepara mi marido.

   Usamos 1kg. de sal de grano mediano (ni la fina ni la gruesa) y siempre sal yodada y aproximadamente otro kilo de ajos (blancos o morados).
Como es mucha cantidad para pelar, una vez separados los dientes para pelarlos con mayor facilidad les pegamos un golpe seco con la palma de la mano y así es más fácil quitarles la piel.

   Una vez pelados, ponemos todo en un recipiente grande, metemos la batidora y empezamos a triturar hasta que queda una pasta fina, a continuación los vamos metiendo en botes de cristal, tapamos bien y los guardamos en un sitio fresco y oscuro.

De esta manera, cada vez que necesitamos adobar, solo es abrir el bote y coger la cantidad  que necesitemos.

Aprovechando ya el post, os digo que el cuchillo con el que pelamos los ajos queda impregnado con el olor de estos, para quitar éste bastará con aclararlo bien con agua muy fría y lo mismo con las manos de quien lo haya manipulado.


Un saludo, nos vemos muy pronto.

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