Seguro que a todo el mundo le gusta tomarse un buen plato de legumbres y que aparte de estar ricas estén tiernas. A veces esto último depende de la calidad de la legumbre, las hay que tienen la piel un poco gruesa y hay veces que por mucho que las hayamos puesto a remojo la noche antes.... en fin... se les queda una piel dura pero más dura que una roca, ¿cómo lo evitamos? ¡pués muy fácil! a la hora de echarlas a remojo en ese mismo agua ponemos una cucharada sopera de bicarbonato sódico y cuando vayamos a preparalas podemos usar ese mismo agua para la cocción o bien poner una nueva y muy importante ¡¡¡siempre fría!!!.
Hablando también de legumbres y ¿que pasa con las temidas flatulencias? ¿incómodas a que sí? pues una forma de hacer que sean menores es a la hora de cocinar echarles un pizco de comino molido, no les dará sabor (a no ser que echemos un frasco entero).
Espero que os sea de ayuda.
Nos vemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por venir.